Mi trabajo contigo tengo que AGENDARLO y es importante que entiendas que algunas veces podré ejecutarlo más inmediatamente y otras tardaré un poco más.

Te ofrezco flexibilidad a la hora de trabajar juntos (recuerda que tienes hasta 3 meses para consumir tus horas), pero tenemos que intentar planificar mi trabajo contigo con cierta antelación para saber cuánto vas a necesitar de mí y cuándo, y así poder organizar mi agenda. 

Por ejemplo, si venimos trabajando más o menos todas las semanas de una manera regular y continuada, esta planificación podré hacerla más fácilmente porque ya contaré con que voy a trabajar ese tiempo contigo. Pero si estamos trabajando de una manera más puntual o irregular o vas a necesitar de mí una semana concreta más de lo que venimos trabajando, tengo que saberlo como muy tarde el viernes anterior a esa semana para poder organizarme.

Si de repente te surge una necesidad improvisada o vas trabajando más sobre la marcha, habrá veces en las que pueda darte una respuesta más o menos rápida, según el tipo de ayuda que necesites, claro. Pero ten en cuenta que, si no estaba planificado y no contaba con trabajar ese tiempo contigo, lo suyo es agendarlo y buscarle su hueco, ya que tengo una agenda y unas responsabilidades que cumplir, tanto contigo como con el resto de mis clientes.